Aftas bucales, todo lo que debes saber.
Las aftas bucales, también conocidas como úlceras aftosas o estomatitis aftosa, son pequeñas llagas, generalmente dolorosas, que aparecen en la mucosa bucal. Son muy comunes, afectando a un 20% de la población en algún momento de su vida, y suelen ser más frecuentes en niños y jóvenes adultos.

¿Cómo son las aftas bucales?
Las aftas bucales son pequeñas úlceras ovaladas o redondas con un centro blanco o amarillento y un borde rojo inflamado. Suelen medir menos de 1 cm de diámetro y generalmente aparecen en la parte interna de las mejillas, los labios, la lengua o el suelo de la boca.
¿Qué provoca la aparición de aftas?
La causa exacta de las aftas bucales se desconoce, pero se cree que se debe a una combinación de factores:
- Genética. Si tus padres o hermanos las padecen, tienes más probabilidades de tenerlas.
- Sistema inmunitario. Se cree que un sistema inmunitario hiperactivo puede atacar las células sanas de la boca por error.
- Estrés. El estrés puede desencadenar o empeorar las aftas bucales.
- Lesiones bucales. Morderse la mejilla o el labio, usar dentaduras postizas mal ajustadas o aparatos de ortodoncia puede provocar aftas.
- Cambios hormonales. Las mujeres pueden ser más propensas a las aftas bucales durante la menstruación o el embarazo.
- Ciertas deficiencias nutricionales. La falta de hierro, vitamina B12 o ácido fólico puede estar relacionada con las aftas bucales.
- Algunos medicamentos. Ciertos medicamentos, como la aspirina, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y algunos medicamentos para la quimioterapia, pueden aumentar el riesgo de aftas bucales.
¿Cómo se tratan las aftas?
Estas pequeñas heridas suelen curarse por sí solas en una o dos semanas sin tratamiento. Sin embargo, existen algunos remedios caseros que pueden ayudar a aliviar el dolor y la molestia:
- Enjuagues bucales. Utilizar un enjuague bucal con agua salada tibia (una cucharadita de sal por vaso de agua) varias veces al día puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
- Anestésicos tópicos. Se pueden aplicar geles o ungüentos anestésicos tópicos de venta libre en las aftas para adormecer el dolor.
- Protectores bucales. Usar un protector bucal durante la noche puede ayudar a evitar que te muerdas las mejillas o los labios mientras duermes.
- Hielo. Aplicar una compresa fría en la zona afectada puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
¿Cuándo debo consultar con un profesional?
Si las aftas bucales son muy grandes, dolorosas o frecuentes, o si no se curan en dos semanas, debes consultar a un dentista. Un profesional puede descartar otras causas de las úlceras bucales, como infecciones o cáncer oral, y recomendarte un tratamiento más específico si es necesario.
Consejos para prevenir su aparición
- Evita los alimentos irritantes: alimentos ácidos, picantes o duros pueden irritar la mucosa bucal y desencadenar las aftas.
- Mantén una buena higiene bucal: cepíllate los dientes mínimo dos veces al día y usa hilo dental una vez al día para eliminar las bacterias y la placa de la boca.
- Controla el estrés: el estrés puede desencadenar las aftas bucales, por lo que encontrar maneras de relajarte, como el yoga o la meditación, puede ser útil.
- Lleva una dieta saludable: una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales ayuda a prevenir las deficiencias nutricionales que pueden estar relacionadas con la aparición de las llagas.
- Evita fumar: el tabaco puede irritar la mucosa bucal y aumentar el riesgo de que se formen estas lesiones.
En resumen, las aftas bucales son molestas pero inofensivas, y suelen curarse por sí solas en una o dos semanas. Si son muy grandes, dolorosas o frecuentes, o si no curan en dos semanas, no dudes en visitarnos en nuestra consulta de Oviedo para comprobar el origen del problema.
Recuerda que este artículo es solo informativo y no sustituye el consejo médico profesional. Si tienes llagas bucales con frecuencia consulta a tu dentista para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados.