¿Cómo viven el verano los pacientes con sensibilidad dental?
Van llegando los días de calor a Asturias, ¡este año hemos tenido días de verano un poco pronto incluso! Las altas temperaturas suelen venir acompañadas de vacaciones, días eternos en la playa y la piscina… Y muchos de nosotros las disfrutamos con una bebida bien fría o un heladito…pero, ¿aquellos que tienen sensibilidad dental?
Ahora bien, ¿quién no ha sentido alguna vez ese «calambrazo» tan característico de la sensibilidad dental con el primer bocado o el primer sorbo? En la mayor parte de los casos es una reacción normal del nervio del diente frente a los estímulos externos, pero en otras puede ser un síntoma de algún problema de desgaste por cepillado o por una oclusión anómala.
“La sensibilidad dental se define como un dolor dental agudo causado por la exposición de la dentina y que aparece tras el contacto con estímulos externos aparentemente inofensivos como el calor o el frío, dulces o ácidos, o por tacto, y que no puede asociarse con cualquier otro tipo de patología bucal”.
Algunas de las causas más comunes de la sensibilidad dental
Una mala o deficiente higiene bucal: si cepillas con demasiada presión, justo antes o después de las comidas, dejando biofilm bucal…
Ingiriendo bebidas o alimentos ácidos: su bajo pH contribuye a la erosión del esmalte.
Bruxismo u otras enfermedades generales, que provocan el desgaste de las capas superficiales del diente y dejan más expuestas las capas internas y el nervio. Esto, agrava los efectos de la sensibilidad dental.
Por lo tanto…
Siempre cabe recomendar productos específicos para tratar esta dolencia pero nuestra recomendación siempre será la prevención.
Además, estos días más relajados o de descanso, son la ocasión ideal para acudir a tu revisión semestral. ¿Semestral? ¡Sí! En nuestra clínica recomendamos acudir a la clínica un par de veces al año; siempre apostando por la prevención, que es la mejor herramienta para cuidar de tu salud y, en este caso, de tu salud bucal.
