Cuando hablamos de higiene bucodental, lo primero que solemos pensar es en el cepillado de los dientes, el uso del hilo dental o incluso el enjuague bucal. Sin embargo, hay un paso que muchas veces se olvida y que es clave para mantener una boca sana: limpiar la lengua.

Incluir el paso de limpiar la lengua en nuestra rutina diaria no solo contribuye a tener un aliento más fresco, sino que también ayuda a prevenir problemas como caries, enfermedades periodontales y acumulación de bacterias.
En este artículo te explicamos por qué deberías limpiar la lengua todos los días, cómo hacerlo correctamente y qué beneficios tiene para tu salud oral.
¿Por qué es tan importante limpiar la lengua?
La lengua está formada por una superficie rugosa que acumula restos de alimentos, células muertas y bacterias. De hecho, es uno de los lugares donde más microorganismos se concentran dentro de la boca. Si no se limpia con regularidad, esta acumulación puede generar:
- Mal aliento o halitosis
- Proliferación de bacterias que pueden pasar a los dientes o encías
- Alteración del sentido del gusto
- Incremento del riesgo de caries o enfermedades periodontales
Además, una lengua con placa bacteriana visible puede presentar una capa blanquecina o amarillenta. Aunque muchas veces se asocia con una mala higiene general, lo cierto es que puede solucionarse con una limpieza diaria adecuada.
Entonces, ¿cómo limpio mi lengua correctamente?
La limpieza de la lengua es un proceso muy sencillo, que no te llevará más de un minuto al día. Puedes hacerlo con el mismo cepillo de dientes o con un limpiador lingual específico (raspador de lengua). Ambos métodos son válidos, aunque el limpiador lingual suele ser más eficaz para arrastrar la placa.
Pasos para una correcta limpieza de la lengua:
- Elige la herramienta con la que vas a hacerlo: puedes utilizar un cepillo de dientes (mejor si tiene cerdas suaves) o un limpiador lingual.
- Haz movimientos suaves desde el fondo hacia la punta de la lengua. Nunca frotes de adelante hacia atrás, ya que estarías llevando las bacterias al interior de la boca.
- Repite el movimiento varias veces hasta que notes que la superficie queda limpia.
- Enjuaga con agua o con un colutorio sin alcohol para eliminar los restos desprendidos.
- Lava bien el limpiador o el cepillo después de cada uso.
Importante: no es necesario hacer mucha fuerza. La lengua es un músculo sensible, y si la limpias con demasiada presión, podrías irritarla. También podrías provocarte leves arcadas o nauseas si lo haces con mucha presión o llegas con el cepillo a la boca de la garganta.
¿Cuál es el momento ideal para hacerlo?
Lo ideal es limpiar la lengua al menos una vez al día, preferiblemente por la mañana, justo después del cepillado de dientes. Por la noche, mientras dormimos, la actividad salival disminuye y las bacterias se acumulan con mayor facilidad. Por eso, lo mejor es comenzar el día eliminando esa carga bacteriana.
Si aún no has incorporado esta rutina, te contamos los beneficios que notarás a corto y largo plazo:
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- Mejora del aliento: gran parte de los casos de mal aliento tienen su origen en la lengua, donde se acumulan bacterias productoras de compuestos sulfurosos.
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- Reducción de bacterias orales: una boca más limpia es una boca más sana.
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- Prevención de enfermedades bucales: al reducir la carga bacteriana, disminuye el riesgo de caries y gingivitis.
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- Mejor percepción del sabor: una lengua libre de placa mejora la sensibilidad de las papilas gustativas.
- Sensación de limpieza completa: incorporar este paso puede ayudarte a sentir la boca realmente limpia tras el cepillado.
Ya he incorporado el paso de limpiar la lengua en mi rutina, pero sigue viéndose blanca, ¿por qué puede ser?
Si a pesar de limpiar tu lengua con regularidad, notas que sigue con una capa blanquecina, esto puede ser una señal de otras afecciones, como candidiasis oral, lengua geográfica, deficiencias vitamínicas o problemas digestivos.
En estos casos, lo más recomendable es acudir a una revisión. En Clínica Dental Vázquez Lameiras, evaluaremos si se trata de un problema bucodental o si es necesario derivarte a otro especialista.
¿Qué limpiador lingual es el mejor?
En el mercado hay muchos tipos de limpiadores linguales: de plástico, de metal, en forma de U, con cerdas… No hay uno que sea mejor que otro de forma universal, pero sí es importante elegir uno que te resulte cómodo y fácil de usar. Algunas personas incluso prefieren empezar usando el cepillo de dientes hasta habituarse y, más adelante, incorporar un raspador específico.
La clave está en la constancia. La herramienta puede variar, pero el hábito diario es lo que realmente marcará la diferencia en tu sonrisa.
En resumen, ¡no te olvides de la lengua!
Limpiar la lengua debería ser una parte más de tu rutina de higiene oral, al igual que cepillarse los dientes o usar hilo dental. Es un gesto sencillo que te ayudará a mantener una boca más sana, fresca y protegida frente a muchas de las bacterias responsables de problemas dentales.
En Clínica Dental Vázquez Lameiras, en Oviedo, te ayudamos a cuidar de tu salud bucodental de forma completa. En cada revisión, valoramos todos los aspectos que pueden influir en tu bienestar, incluida la limpieza de la lengua. Si tienes dudas sobre cómo hacerlo o necesitas orientación, ¡estaremos encantadas de ayudarte!