Piorrea o Enfermedad de las encías


Seguro que has oído hablar de la temida piorrea y, si has llegado hasta aquí, es porque estás buscando más información sobre este problema de salud bucal. En nuestro blog dental queremos darte información sobre los puntos más importantes y las preguntas más frecuentes que recibimos en nuestra clínica dental en Oviedo.

Por lo general, solemos tener bien interiorizada la importancia de mantener sanos nuestros dientes, pero no es el caso cuando hablamos de la salud de nuestras encías. Descuido peligroso, ya que los tejidos blandos son muy importantes cuando hablamos de nuestra salud bucal completa.

¿Qué es la piorrea?

La piorrea es el nombre coloquial por el que se conoce a la enfermedad periodontal o periodontitis.

Es un problema de salud oral crónico que, si no se trata, puede conllevar la pérdida de uno o varios dientes (¡o incluso todos!). Pero tranquil@, esto no ocurre de la noche a la mañana… Para llegar a esta situación (en la mayor parte de los casos), primero es habitual sufrir gingivitis o inflamación de las encías de manera continuada, sin ponerle remedio.

Hay algunos otros tipos de periodontitis más agresivas pero la más común tiene un componente genético importante y viene derivada de gingivitis no tratadas.

Como mencionábamos, la periodontitis es un proceso inflamatorio crónico que cursa con la destrucción irreversible de los tejidos (hueso, ligamento, encía) que dan soporte al diente, manifestándose clínicamente con un aumento de la movilidad del mismo, de mayor o menor grado. Está producida por una flora bacteriana patógena acumulada en la placa que no se remueve correctamente.

Para evitar llegar a sufrir periodontitis o piorrea es esencial la participación de tu dentista, que diagnosticará y tratará tu problema para evitar que vaya a más. En nuestra consulta de Oviedo es habitual que detectemos primero la gingivitis, que es la inflamación de las encías. Los pacientes también lo detectan en casa, cuando sangran al cepillarse y entonces acuden a la clínica.

Las herramientas para evitar llegar a situaciones así incluyen:

Mantener unos hábitos de higiene oral constantes: cepillarse al menos 3 veces al día o después de cada comida y utilizar seda dental, al menos una vez al día. Opcionalmente también pueden usarse colutorios con algún tipo de antiséptico que ayuden a mantener la placa bacteriana controlada.

Utilizar cepillos o cabezales medios o suaves y reponerlos cada 3 meses (con cada cambio de estación, por ejemplo).

Evitar el tabaco y el alcohol.

Acudir a tus revisiones en el dentista.

            En fases agudas o activas de la enfermedad, seguir los tratamientos pautados por el profesional.

 

Ahí no queda todo

En nuestra clínica dental situada en el centro de Oviedo podemos ayudarte si piensas que puedes padecer esta enfermedad periodontal, sea cual sea el nivel de gravedad.

Pide tu cita y juntos buscaremos una solución a tus problemas de salud bucal,…

¿Sonreímos?

 

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