El dolor en un empaste es una señal de alerta que no debemos ignorar. Si recientemente te han realizado una obturación dental y has empezado a notar molestias, es fundamental entender qué puede estar ocurriendo en tu dentadura.
En este artículo, desde Clínica Dental Vázquez Lameiras, te explicamos por qué te duele un empaste, las consecuencias de un empaste mal hecho y por qué es tan importante acudir regularmente a tus revisiones dentales.

¿Es normal sentir dolor tras un empaste?
Durante los primeros días después de un empaste, es normal experimentar cierta sensibilidad, especialmente al frío o al calor. Esta molestia suele remitir por sí sola en pocos días. Sin embargo, si el dolor persiste o incluso aumenta con el paso del tiempo, puede estar indicando que hay un problema que necesita atención.
Las razones por las que puedes sentir dolor en un empaste son varias:
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- Empaste mal ajustado: Si el empaste es demasiado alto o no encaja bien con el diente contrario, puede generar molestias al masticar.
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- Caries residual: En algunos casos, puede quedar una parte de la caries sin eliminar por completo antes de colocar el empaste, lo que provocará que la lesión continúe avanzando por debajo de la obturación.
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- Filtraciones: Si el empaste no sella bien, pueden producirse filtraciones de bacterias y saliva hacia el interior del diente, favoreciendo la reaparición de la caries.
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- Pulpa dental inflamada: Cuando la caries era muy profunda, puede que la pulpa (el nervio del diente) haya quedado afectada. En estos casos, el empaste ya no es suficiente y se puede requerir una endodoncia.
¿Y si es un empaste mal hecho?
Un empaste mal hecho puede tener diferentes formas: una mala adaptación al diente, un exceso de material, una forma que no respeta la anatomía natural de la pieza, o incluso una higiene insuficiente durante su colocación, que dé lugar a infecciones o filtraciones.
Estos errores, aunque no siempre provocan dolor de inmediato, pueden derivar en problemas más serios si no se corrigen a tiempo.
Cuando un empaste defectuoso no se trata, la caries o la infección pueden seguir avanzando hacia el interior del diente. Si llega a afectar al nervio, es probable que sea necesario realizar una endodoncia, también conocida como tratamiento de conducto. Este procedimiento consiste en limpiar y sellar el interior del diente para salvarlo y evitar su extracción.
En algunos casos, si se deja pasar demasiado tiempo, ni siquiera una endodoncia será suficiente, y habrá que extraer la pieza dental.
¿Cómo puedo prevenir que mis empastes se estropeen?
La mejor forma de evitar que un empaste termine generando un problema mayor es acudir a revisiones dentales periódicas. En Clínica Dental Vázquez Lameiras, insistimos mucho en la importancia de las revisiones, incluso cuando no hay dolor aparente. Muchas veces, una caries o un empaste deteriorado no dan síntomas hasta que el daño ya es más difícil (y costoso) de reparar.
Además, si ya has tenido un empaste previamente y notas cualquier cambio —dolor, sensibilidad, molestias al masticar, o sensación de que el empaste se mueve—, te recomendamos que lo consultes cuanto antes.
Si te duele un empaste, pide una cita lo antes posible. En algunos casos, bastará con ajustar o reemplazar el empaste; en otros, puede ser necesario realizar una endodoncia para conservar el diente y evitar infecciones mayores.
El dolor tras un empaste no debe tomarse a la ligera. Aunque en algunos casos puede ser una molestia temporal, en otros puede indicar un empaste mal hecho, una caries persistente o la necesidad de una endodoncia.
Recuerda: prevenir siempre es mejor que curar. Acudir de forma periódica a la consulta del dentista no solo sirve para evitar que aparezcan caries, sino también para revisar empastes antiguos, detectar filtraciones o valorar la salud pulpar del diente.
En Clínica Dental Vázquez Lameiras, en Oviedo, nos comprometemos a cuidar tu salud bucodental con tratamientos personalizados y seguimiento cercano. Si sospechas que algo no va bien con tu empaste, no lo dejes pasar. Tu sonrisa y tu bienestar lo agradecerán.